Estrés, Psicología

¿Cómo abordar un problema que nos genera malestar?

como abordar un problema

En general, ponemos en marcha estrategias que nos permiten solucionar los problemas sin mayores inconvenientes. Sin embargo, hay situaciones en las que se nos presentan problemas que nos resultan complicados de afrontar, ya que percibimos que rebasan nuestras capacidades para abordarlos y nos generan malestar emocional, haciéndonos sentir ansiosos, deprimidos, irritables o “con la mente en blanco” porque no sabemos qué hacer para abordarlos.

Es común, que frente a este tipo de problemas, se activen una serie de creencias que pueden llegar a ser poco funcionales o tan negativas como por ejemplo pensar que el problema es “imposible de resolver”. Cuando ponemos en marcha estas creencias, usualmente respondemos de manera poco adecuada para resolverlo; por ejemplo, hacemos lo primero que se nos viene a la mente sin analizar las ventajas y desventajas o evitamos afrontarlo pensando que se “resolverá solo” o que “ya habrá un momento” para abordarlo. Dejar que el problema “siga su curso” o “avance” sólo posterga la resolución y complica generalmente el escenario, ya que, si no lo resuelves oportunamente, se torna más complejo.

Si bien es cierto que existen problemas que no pueden resolverse como quisiéramos y en los que nuestra influencia estaría limitada, la mayoría de los problemas que se nos presentan tienen solución.

Las personas que aplican de manera efectiva estrategias de solución de problemas se orientan hacia el problema en forma positiva y tienden a percibir las situaciones que le suceden como retos, pensando de esta manera que son capaces de resolver el problema de forma exitosa.

Y entonces, ¿Qué puedes hacer?

  1. Define el problema, identifica por qué la situación representa un problema, qué impacto tiene en tu vida y cuál es el impacto que tendría si no haces algo al respecto.
  2. Establece la meta, piensa qué es lo que quieres lograr y cuál sería la solución. Ten en cuenta que es conveniente que tengas metas realistas en la solución del problema.
  3. Genera alternativas de solución, analiza qué podrías hacer para solucionarlo. Puedes tener una lluvia de ideas de las posibles soluciones.
  4. Evalúa cada alternativa, analiza el costo-beneficio, ventajas y desventajas de cada posible solución. Pregúntate si es una idea práctica, realista, el tiempo que requiere, el costo, si amerita que alguien te ayude y qué condiciones podrían entorpecer la puesta en marcha de las soluciones que estás planteándote.
  5. Toma la decisión de lo que vas a hacer, selecciona la opción que crees que tendrá mejores beneficios para su solución. Es posible que combines algunas opciones.
  6. Implementa la solución y verifica qué tan efectiva es. Puedes revisar a la semana, al mes cómo va la solución que estás implementando y reevaluar si es necesario que hagas algún cambio.
  7. Refuerza lo que has logrado. Si te das cuenta que la solución que estás poniendo en marcha funciona permítete felicitarte, si no es así no lo tomes como un fracaso, ya que es un proceso de aprendizaje que te permite que tomes control de lo que puedes hacer frente los problemas que se te presentan.

Y tú, ¿Qué haces cuando se te presenta un problema?

Si necesitas orientación ¡Hablemos!

Lcda. Nancy Marchán

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Acerca de Nancy Marchan

Licenciada en Psicología egresada de la Universidad Catótica Andrés Bello, con experiencia laboral en el área de Seguridad Industrial y Salud en el Trabajo y formación en el área de Psicología Ocupacional.

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