Acoso, Psicología, Violencia

Riesgos del uso de las Redes Sociales en los adolescentes

Durante la pandemia por la enfermedad del Covid-19 se ha visto un incremento significativo en el uso de las Redes Sociales por parte de todos los grupos de edad. Así como su buen uso puede tener sus ventajas, su uso inadecuado puede tener riesgos para la salud física y mental, principalmente en el grupo de niños y adolescentes; sin embargo hoy haré referencia a los riesgos para los adolescentes ya que con los niños, los padres suelen ser más cuidadosos y tienden a supervisar un poco más el contenido de lo que revisan por internet. Para analizar los riesgos de las redes sociales es necesario entender la adolescencia. Comencemos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adolescencia como el período de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Es un período que se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento y de cambios condicionados por diversos procesos biológicos y donde comienza la pubertad o madurez sexual, que marca el pasaje de la niñez a la adolescencia.

En general, durante la adolescencia los jóvenes muestran un humor inestable, se dedican a los amigos y buscan su aprobación, siendo influenciables sus opiniones y sus acciones de forma positiva o  negativa (deporte y estudios versus alcohol y drogas). Suelen entrar en conflicto con los padres siendo desafiantes a la autoridad, se tornan inseguros  por su apariencia (aumentando el riesgo de trastornos alimentarios), muchos inician la actividad sexual (homosexual y/o heterosexual) y aparecen sentimientos de egocentrismo e inmortalidad que pueden llevarles a conductas impulsivas y arriesgadas que generen consecuencias no deseadas como accidentes, embarazos, drogadicción, alcoholismo y enfermedades de trasmisión sexual. A medida que el adolescente se acerca a los 18-20 años se integra con la familia apreciando su orientación, desarrollado una mayor independencia de los padres, una mayor toma de conciencia de la imagen corporal y aceptación del cuerpo, fortaleciendo relaciones de amistad y relaciones de pareja y estableciendo objetivos vocacionales y valores morales, religiosos y sexuales.

La adolescencia es un proceso complejo de cambios físicos, emocionales y sociales de gran impacto, con lo cual se hace prioritario que el joven cuente con la supervisión y orientación de sus padres para lograr encaminar sus acciones a un comportamiento que le permita lograr mayor madurez emocional.

Dada la necesidad del adolescente de lograr la aprobación social de sus pares, es común que utilice las redes sociales para comunicarse con sus amistades y para generar nuevas redes de conexión social. Su uso indebido puede traer consecuencias físicas y emocionales que van desde trastornos músculo-esqueléticos dadas las posturas inadecuadas por horas de exposición, cansancio y trastornos de sueño como el insomnio, dificultades para realizar algunas actividades durante el día por la fatiga al no descansar, sedentarismo y obesidad, e incluso se ha demostrado en algunas investigaciones que el uso inadecuado de las redes sociales en adolescentes puede aumentar sentimientos de depresión, ansiedad, dificultades para aceptar la imagen corporal y aislamiento social. Ahora bien, es conveniente como padres contar con información que permita identificar si el adolescente tiene una afección de salud mental relacionada con el uso indebido de las redes sociales y si está siendo objeto de algún tipo de abuso en las redes.

Los adolescentes, además de estar expuestos a contenido no apropiado para su nivel de madurez emocional en las redes sociales y el internet en general (por ejemplo pornografía y escenas de violencia en todos los niveles), están expuestos a riesgos como:

  1. Propensión a la adicción de la tecnología: Muchos adolescentes desarrollan el “miedo a estar fuera” (fear of missing out) en redes sociales, lo que implica que desarrollan la necesidad de mantenerse activos permanentemente para no “perder cosas importantes” que pueden ocurrir si él no está presente. Estará pendiente de los “likes” y comentarios de sus publicaciones, información de las tendencias del momento y actividades sociales, e incluso podrá tornarse inseguro, consultando a sus amigos en las redes todo tipo de decisiones (triviales o importantes).
  2. Limitaciones en las habilidades de contacto social: se ha observado una mayor tendencia a comunicarse vía mensajería de texto, lo que limita en algunos casos la habilidad para el contacto emocional con el otro, el contacto humano de lo que dice, cómo lo dice y la expresión de las emociones en consonancia con la gestualidad, lo cual podría limitar la capacidad de empatía. Incluso muchas veces intentan resolver problemas con mensajes de texto sin afrontar realmente la situación en un “cara a cara” con el otro.
  3. Ciberacoso o ciberbullying: en este caso, el niño o adolescente sufre un “acoso virtual”, en el que por medios digitales, entre ellos las redes sociales, una persona o grupo de personas le propicia ataques a su reputación, divulgando información confidencial o falsa de contenido negativo, perjudicial o cruel sobre el joven para provocarle humillación y vergüenza. El problema con el ciberacoso es que no necesariamente se conoce la identidad del acosador, por lo que muchas veces no es aplicable la denuncia. Cuando un joven es víctima del ciberacoso, sufre de igual manera que un acoso en la vida real, aunque cuando el acosador es anónimo es más difícil de manejar porque además ni siquiera cuenta con testigos del hecho.
  4. Grooming o acoso sexual de menores en internet: Es el más grave de los riesgos del uso de redes sociales. El “Grooming” implica acciones de un adulto que, a través de cualquier medio digital, intenta acercarse y persuadir a un niño o a un adolescente, ya sea para conseguir videos o fotos (eróticas o pornográficas), para extorsionarlo, y a veces con el fin último de poder encontrarse para abusar sexualmente de él. Usualmente la relación inicia por una conversación amistosa, el groomer o abusador “escucha al joven” e intenta establecer una relación de confianza que le permita engancharlo y manipularlo haciendo que el joven se torne totalmente vulnerable al abuso. Sin darse cuenta el joven puede “caer” al entregar información de su intimidad. Esto puede ocurrir porque muchas veces los jóvenes desean ser vistos y tener muchos seguidores en las redes, sintiéndose solos, aburridos y con deseos de reafirmar su autoestima. A este riesgo se le une el riesgo de la Sextorsión cuando ocurre el chantaje bajo la amenaza de difundir la información (fotos o videos sexuales), el cual suele iniciar por mensajería de tono sexual (sexting).

Mientras más joven es un adolescente es más vulnerable a ser objeto de abusos de otras personas en las redes sociales. Como padres debemos orientarlos. Si necesitas estrategias acerca del abordaje de estos casos puedes contactarme.

¡Hablemos!

Lcda. Nancy Marchan

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Acerca de Nancy Marchan

Licenciada en Psicología egresada de la Universidad Catótica Andrés Bello, con experiencia laboral en el área de Seguridad Industrial y Salud en el Trabajo y formación en el área de Psicología Ocupacional.

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