En estos tiempos de cambios significativos en la vida de las personas y frente a situaciones de incertidumbre, es muy común que presenten síntomas de ansiedad que representan un malestar significativo en el desarrollo de la cotidianidad. La ansiedad no necesariamente es dañina, tenemos muchas veces el concepto errado que la ansiedad hay que erradicarla de nuestras vidas. Sin embargo, la ansiedad es una emoción muy útil para el proceso adaptación a peligros.
Por ejemplo, si tenemos frente a nosotros un tigre, nuestro cerebro se pone en marcha y conecta con los sistemas del cuerpo que nos permiten tener las respuestas adecuadas que nos prepararían para huir, por lo que la ansiedad aquí sería altamente adaptativa. Igualmente sucede si interpretamos una situación peligrosa como un asalto o un accidente, donde nuestro cuerpo nos prepara para responder de manera adaptativa a esta situación buscando preservar nuestra vida o la de nuestros seres queridos. En este caso también, la ansiedad se convierte en nuestro aliado. La ansiedad nos prepara para actuar, nos impulsa a utilizar mecanismos de afrontamiento porque es un mecanismo natural de protección y mejora el rendimiento cuando es manejada adecuadamente. Es este sentido la ansiedad es adaptativa.
¿Qué pasa si no estamos realmente frente a un tigre, o no estamos siendo objeto de algún asalto, o no estamos viviendo un accidente y aun así nuestro cerebro activa a nuestro cuerpo para prepararse para una respuesta de protección?, ¿qué pasa si la respuesta de ansiedad ocurre frente a una idea o un pensamiento que interpretamos como peligroso aunque realmente no lo es? En ambos casos la ansiedad se torna desadaptativa y comienza a interferir en nuestra vida.
Si la ansiedad se mantiene en forma sostenida, sin razón aparente y nos limita para desenvolvernos como habitualmente lo hacíamos, es probable que evolucione a un trastorno de ansiedad que amerite intervención en terapia psicológica o intervención psiquiátrica, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Pero, ¿Cómo saber si estamos pasando por un trastorno de ansiedad? Iniciemos definiendo qué es la ansiedad.
La ansiedad es una respuesta natural ante situaciones de peligro o amenaza y juega un papel fundamental en nuestra supervivencia. Se convierte en desadaptativa cuando percibimos situaciones como amenazantes o peligrosas que no lo son, o cuando nuestra respuesta es desproporcionada porque es excesiva y frecuente. Hay varios trastornos de ansiedad que se tipifican según sus síntomas, sin embargo es común que en los trastornos de ansiedad ocurran crisis de pánico o ataques de pánico. Hoy quiero hablarte de esta situación en particular.
¿Alguna vez has tenido una sensación repentina de miedo intenso o malestar intenso que se incrementa en un período corto, unos 10 minutos? Esta sensación, ¿viene acompañada de dolor y opresión en el pecho, con palpitaciones aceleradas al punto de pensar que estás teniendo un infarto?¿has tenido sensación de ahogo como si no pudieras respirar, y tu respiración se hace cada vez más acelerada y sientes miedo a morir?¿has tenido sudoración, sensación de hormigueo (llamado parestesias), temblores, náuseas o malestar abdominal, escalofríos o sensación de calor, con sensación de mareo o como si te estuvieras desmayando?¿has sentido que lo que te está sucediendo es como si fuera irreal o como si te separaras de ti, viendo las cosas en forma un poco distorsionadas?¿has tenido miedo a estar volviéndote loco?
Si no existe basamento físico para presentar los síntomas descritos, todas estas sensaciones representan síntomas de un ataque de pánico, y al padecer al menos cuatro de ellos durante la crisis se considera que has tenido clínicamente un ataque de pánico. Lo común es asustarse muchísimo, es una situación que genera malestar significativo en la persona que lo padece, más aún si desconoce lo que le sucede. Por lo regular las personas asisten a la emergencia de un centro médico para ser atendidos por los síntomas o consultan con un médico. Es usual que las personas que viven esta situación asistan al médico cardiólogo o al médico internista, y se realice estudios para descartar una patología médica. Es posible que incluso la situación te haya asustado tanto que por cuenta propia dejes de hacer lo que crees que contribuyó con el problema, por ejemplo dejes de fumar, de tomar café o alcohol. También sucede que muchas personas relacionan lo que sucedió con lo que estaba haciendo, cómo estaba vestido, donde estaba sentado, por donde se trasladaba en ese momento, con quien estaba, y lo más frecuente es que inicie un comportamiento de evitación reiterado para no recordar lo que vivió si hace lo que hacía en ese momento.
Si este es tu caso o se parece, la ansiedad ha comenzado a acorralarte. Es frecuente que comiences a pensar qué pasó y desarrolles lo que se llama el miedo al miedo, es decir no quieres sentirte nuevamente así, te da mucho miedo y buscas protección aislándote de lo que usualmente hacías. Por ejemplo, dejas de salir de tu casa por miedo a que te ocurra, sientes miedo de quedarte solo porque si te ocurre quién te va a ayudar, cambias tu dinámica de vida para evitar a toda costa que haya situaciones que te puedan generar nuevamente ese ataque de pánico y quizá sin darte cuenta cambias la dinámica de tu familia porque ahora pasan a ser tus cuidadores, o procuran cambiar sus agendas para no dejarte solo o acompañarte a donde necesites ir. La ansiedad ha pasado a ser desadaptativa y necesitas hacer algo porque a medida que te aísles más para evitar sentirte nuevamente mal, tu cuadro clínico estará empeorando.
Ahora bien, ¿puedes mejorar? ¿puedes volver a tu vida normal?, la respuesta es SI. Necesitas orientación y trabajar con dedicación para mejorar tu salud mental. También puedes estar preguntándote si tienes que tomar medicamentos y la respuesta aquí es DEPENDE. La evaluación que realice el terapeuta determinará la gravedad de los síntomas y así indicará o no una evaluación psiquiátrica y el tratamiento con psicofármacos.
Si quieres contar con información que te permita mejorar los síntomas de ansiedad te invito a que sigas revisando la información que publico para que tengas orientación al respecto. Debes hacer algo para mejorar tu salud mental porque la ansiedad puede seguir acorralándote hasta que sientas que tú no eres tú. Necesitamos identificar qué los generan y trabajar en el desarrollo de estrategias que te permitan mejorar tu salud. Cuenta con mi apoyo, yo te puedo ayudar.
Lcda. Nancy Marchan